Mi hijo no quiere Desayunar ¿cómo logro que desayune?

Saltarse el desayuno contribuye a incrementar el riesgo de obesidad, porque tendemos a picar entre horas y es más difícil construir una alimentación equilibrada y saludable.

Después de las horas de ayuno nocturno, el desayuno es la primera comida del día. Esta primera ración permite empezar la jornada en las mejores condiciones para un mayor rendimiento físico e intelectual.

Así, los niños tienen que levantarse con tiempo suficiente para lavarse, vestirse y desayunar con calma, para lo que será muy importante haber dormido las horas necesarias y acostarse pronto para que se levanten descansados.

Para poder hacer un desayuno completo debemos dedicarle tiempo suficiente, entre 15 y 20 minutos y la mejor manera de enseñar a un niño y que adopte costumbres saludables es predicar con el ejemplo. Es una buena práctica desayunar en familia, que el desayuno sea una comida más del día, un momento de reunión familiar y sin distracciones, como la televisión, para que los niños se concentren en una sola actividad: desayunar.

Muchos niños no desayunan porque no tienen hambre, para evitar esto tendrán que cenar pronto y una cena no muy copiosa. Si aún así el niño no tiene hambre nada más levantarse, puede ir realizando el resto de tareas primero, lavarse, preparar la mochila, vestirse, dejando el desayuno para el final.

Un desayuno completo y equilibrado debe incluir estos tres grupos de alimentos:

LÁCTEO	CEREALES	FRUTA
Un vaso de leche, yogur o queso fresco	Pan, galletas o cereales	Una pieza de fruta o un zumo